Este encargo merece por naturaleza extenderse a todo lo que la economía social y solidaria puede hacer con la tecnología digital, como una herramienta a su servicio, pero también en beneficio de sus miembros, con especial énfasis en las poblaciones que están lejos de ser digitales (Young personas mayores, personas con discapacidad, etc.), por razones de medios, cultura y conocimientos.
Por lo tanto, en el contexto de esta sesión, se destaca:
No hay fatalidad, para los actores de la ESS, de sufrir el movimiento de la transición digital que el mundo capitalista quiere imponer, bajo un término que no puede ser más disfrazado y perverso que el de Economía Colaborativa y su cohorte de más o menos menos palabras nuevas: Plataformas digitales, etiquetado, software, inteligencia artificial, intermediación… El mundo capitalista ha creado, a partir de lo digital, una especie de nuevo hipercapitalismo que se libera de las leyes nacionales, burla muy a menudo las leyes laborales, tributarias, y se valora a niveles incomprensibles. Por ejemplo, Uber, la compañía de taxis más grande del mundo, no posee vehículos y fue valorada en $50 mil millones en 2017; Facebook, el mayor propietario de medios, no publica ningún contenido, Alibaba, el minorista más grande del mundo no tiene inventarios ni existencias, y Airbnb, el proveedor de vivienda más grande del mundo… no tiene bienes raíces, y fue valorado en $25 mil millones, superando en ventas a Mariott Hotel Group, propietario de hoteles y empleador de miles de empleados.
El mundo ha entrado en esta loca lógica de hiperconcentración de valor en un pequeño número de personas, a menudo destruyendo empresas y empleos respetuosos de la ley para crear subempleo.
En Francia, al momento de escribir esta nota, el 22 de abril de 2022 se llevó a cabo el juicio de Deliveroo, el primer juicio en Francia de “Uberización” cuyo tema fue el estatus legal de los empleados de la plataforma Deliveroo, cuya entrega de bicicletas o scooters los hombres se quejaron de reprimendas, presiones, vigilancia. Deliveroo insistía por su parte en que los repartidores eran libres de no trabajar el día de su elección, de rechazar un pedido recordando que era un trabajo extra. El Tribunal Penal de París impuso sanciones muy duras en términos económicos por trabajo encubierto, penas de prisión en suspenso para los gerentes, indemnizaciones para los mensajeros que son partes civiles, daños e intereses a las organizaciones sindicales de los empleados que son partes civiles y multas por errores técnicos. y daños morales en beneficio de URSSAF, una organización que recauda las contribuciones de seguridad social de los empleados. La URSSAF también pide 10 millones de euros en cotizaciones y cotizaciones a la seguridad social. El tribunal sostuvo que Deliveroo era responsable de la instrumentalización y el mal uso de las normas laborales para organizar un ocultamiento sistémico del trabajo del repartidor, habiendo construido los gerentes un sistema que se beneficia de todas las ventajas del empleador sin tener las desventajas y que Deliveroo se presenta falsamente como una plataforma para conectar a restauradores, clientes y repartidores. Sin embargo, en su propio objeto social de presentarse como una empresa de comida a domicilio, y que por tanto Deliveroo hizo que sus repartidores trabajaran ilegalmente como autónomos cuando deberían haber tenido un contrato de trabajo. El reconocimiento de este fraude es un gran paso en la lucha por los derechos de los trabajadores de las plataformas digitales.
La ESS, en su abordaje de lo digital, cuenta con estructuras que tienen capacidades tanto creativas como productivas para tratar los temas digitales, y la ESS también tiene un fuerte pensamiento estratégico, realizado desde hace ya varios años y experiencias, de más o menos grandes escalas y buenas prácticas en materia de transición digital y economía colaborativa.
La Alianza Cooperativa Internacional destacó en 2016 los resultados del hackathon, GRACE16, un estudio realizado entre gerentes, empleados, miembros y clientes de 110 instituciones cooperativas, representativas de 18 industrias y 47 países, sobre productos de vanguardia de los sujetos puntos afilados que reflejan las áreas clave de la Colaborativa, una economía que es cada vez más difícil de ignorar.
La SSE abunda en iniciativas como las herramientas colaborativas puestas en marcha por las cooperativas agrícolas chinas, los Crosp Hospitals, o el enorme market-place de Coop China, plataformas con plataformas en desarrollo como la de los Unicornios, para la cooperativa BtoC (Francia), en la AI2L – Asociación Internacional de Software Libre que ha creado una suite de software libre para instituciones financieras solidarias, así como una forja de software para la ESS.
La comunidad “Tech”, por su parte, continúa desarrollando iniciativas, Fablabs, a menudo en forma de asociaciones, hackatones, aplicaciones informales en línea de solidaridad con los migrantes (Techfugees), sitios como e-migrants, Refugenious, Reconnect, que crearon cajas fuertes digitales para los vagabundos … Esta comunidad está formada tanto por estructuras de la ESS, como por estructuras más informales que se justifican en unirse a la ESS ya que comparten sus valores y sobre todo sus prácticas.
Es un desafío fundamental para la ESS construir y ofrecer plataformas visibles, basadas en un enfoque de Smart Data en lugar de Big Data, plataformas que destaquen su pertenencia a la Economía Social y Solidaria, Herramientas Digitales que lleven nuestros valores y demuestren nuestras diferentes prácticas, y también trabajar de cerca con los territorios en estos temas.
➢ Destacar ejemplos de iniciativas, extraer las principales lecciones y proponer una estrategia de información a los actores que puedan implementarla
➢ Identificar/anticipar los principales desafíos digitales relacionados con el desarrollo de la ESS
La sesión sobre “Herramientas digitales al servicio de la ESS” se centrará en destacar el valor añadido de la ESS en términos de:
La sesión se desarrollará en forma de panel.